Gisborne desde mi corazón

Bueno ehm ehem...antes de dormir...ayer me la pasé pensando en una historia alternativa y diferente.
Em...me imaginé cómo sería la vida de una mujer enamorada de Guy que jamás pudiera ser amada por el...(un amor imposible), un amor de una mujer que siempre estuviera con el pero él no la notara porque como saben, él siempre estaba pensando en Marian y estaba casi siempre afuera, es como una especie de tragedia vamos...
Estuve pensando en eso casi toda la noche y he aquí el comienzo:

Inglaterra (Middle Ages) Robert de Locksley se encontraba luchando en las Cruzadas...
Aquí les va el Soundtrack del inicio para que se imaginen como si esto fuera un capitulo más de la serie


Capítulo 1

Creo que no tenía opción.
Mi padre a quién ya los impuestos lo habían ahorcado por mucho tiempo, no tuvo otra alternativa más que hacerlo. Yo lo comprendía, yo sabía que tenía que hacer algo, pero no soportaba verme alejada de mi familia, de mi madre y de mis hermanos, pero no había otra solución.
En aquel entonces yo nunca había visto a ese hombre...sólo sabía que nuestro antiguo Señor había partido a las cruzadas y Locksley había quedado sólo. Por otra parte, no entendía porqué habían mandado a un señor sustituto en su lugar. Aunque claro,como mujer, esos no eran mis asuntos.

Recuerdo ese fría mañana de noviembre como si fuera ayer:
Me encontraba lavando la ropa cuando mi madre dijo, "ya es hora, ven".Corrí hacía ella y le dije:
-Mamá, ¡debe haber otra solución! ¡no quiero separarme de ustedes! ¡no quiero dejarlos!
Mi madre se llevó una mano a la boca y con ojos inundados en llanto me dijo:
-Perdóname hija, ¡lo siento tanto! ¡tanto! -y aquí comenzó a llorar-...¡cómo quisiera que las cosas fueran diferentes para nosotros! ¡cómo quisiera no tener que dejarte! pero ya han advertido a tu padre que a falta de pago tendría que dar algo del mismo valor...
Hija yo sé que tu vales más de lo que debemos pero por favor, comprende!! sólo será por algún tiempo...
-Entiendo, -dije con la voz quedrada-daré lo mejor de mí madre, ¡y quizas algún día volvamos a vernos!-sollozé sin remedio estas palabras y no sé si se entendió lo que dije. Mi corazón estaba rompiéndose en ese momento y la verdad ni siquiera yo creía que en verdad volviera a verlos...la verdad es que no era muy probable, pero sólo lo dije para que mis oídos se endulzaran con esperanza.

La abrazé con todo mi corazón y me despedí de ella dándole un beso en la frente. Ella hizo lo mismo.
- Dios te protegerá hija, ¡yo estaré rezando por tí y él verá por tí!
-Nunca me olvidaré de ustedes, ¡NUNCA! Dios, al igual que yo, también estará con ustedes siempre, te lo prometo...
Y así caminé hacia la puerta con lo único que poseía en el mundo: la ropa que traía puesta, una honda pena, pero una decisión en el corazón: volveria a ver a mi madre ¡algún día!
Mi padre y mis hermanos me esperaban a fuera.
-¿Estás lista?-me preguntó él por ultima vez
-Sí.-
-Entonces vámonos ya.
Y seguimos a la escolta de hombres uniformados.
Ellos nos condujeron a la casa de Locksley, la enorme mansión de mi antiguo señor que ahora había sido ocupada por otro, a quien yo iba a servir de ahora en adelante.
El camino fue largo y tortuoso.
Caminamos hasta llegar a la casa en silencio ...parecía que me dirigían con grilletes a la hoguera.
Sentía como si esta fuera la hora de mi muerte.
La verdad...yo no sabía para qué iban a usar a mis hermanos pequeños...¿qué harían de John y de Charlie el más pequeño? ¿servirían al Sheriff en el Castillo de Nothingham? nadie me había explicado nada.
Al detenernos, mi padre me dedicó las últimas palabras:
-Hija, sé que esto es difícil, pero sé que lo harás bien, nunca te olvides de tu madre ni de mi, pues ella y yo estaremos rezando por ustedes ...
-Papá...-le dije mirándolo a los ojos.
Pero él hizo algo que nunca en la vida había hecho, me abrazó fuertemente y dijo:
-Te amo Clarise, ¡te amo tanto hija!
Yo le devolví el abrazo sollozando pero uno de los soldados me tomó y nos separó.
Yo sentía que todo mi mundo se rompía en pedazos. Pero me juré a mi misma que, de alguna manera u otra volvería con ellos.
Sin embargo...el destino quizo que esta fuera la ultima vez que viera a mi padre.

Forsejeaba con los soldados y entre gritos y sollozos clamaba porque me soltaran, me estaban lastimando de verdad. Uno de ellos se adelantó y tocó la puerta...y fue entonces cuando lo ví por primera vez, ví al hombre al que serviría de ahora en adelante y para siempre hasta que no tuviera más fuerzas:
Parecía una deidad...pero una deidad algo malévola, era alto, delgado, no, ¡atlético! su cuerpo estaba enfundado en cuero negro y sus razgos eran duros pero de alguna manera hermosos y masculinos, sus cabellos negros enmarcaban su rostro como una corona y sus dos ojos azul acero me miraban de soslayo y con desprecio, había abierto la puerta y después de eso se cruzó de brazos, haciéndo más imponente y gallardo su porte y se puso a oír lo que el guardia le decía:
-Mi señor, ya tenemos a la sirvienta que nos solicitó, parece joven y fuerte, ¡aguantará todo lo que le pida!
Y entonces oí por primera vez su voz, aspera y grave:
-Háganla pasar y retírense.
-Sí mi capitán-dijo el soldado y el Señor de cuero negro se metió de nuevo.
El guardia que me mantenía en brazos me condujo hasta la morada, la cual por cierto estaba algo vacía pero era tan enorme, que podrían ahí caber mil ejércitos.
El soldado me condujo a una habitación y me arrojó al piso, después cerró la puerta de madera de un azotón...
Yo comenzé a llorar...ese hombre se veía terrible, ¡seguro me la pasaría muy mal! pero estaba dispuesta a demostrar mi fuerza y cumplir con mi promesa...quizá después de algún tiempo se olvidaría de mi y me dejaría salir...¡o mejor aún! podría hacer un plan para escapar...
Mientras tanto traté de incorporárme y al sentir mis pies en el suelo, me invadió una seguridad incomensurable...pero de pronto, se abrió la puerta brusacamente y apareció mi nuevo señor.
Ni siquiera me habló, ni siquiera preguntó mi nombre, simplemente hizo un movimiento de la cabeza ordenándome salir a la sala principal de la casa. La verdad es que me inspiraba un miedo hondo.
Al salir, me dirigió estas palabras mirándome fijamente a los ojos:
-Limpiarás toda la casa ahora mismo, y te advierto que si desobedeces una vez voy a azotarte, si desobedeces dos veces te daré doble azote, pero si no me complaces por tercera vez, tu vida está en peligro, ¿entendiste?
Bajé la mirada y me ví clavada en el suelo como si sus ojos me mantuvieran ahí.
-Sí, está bien.
El volteó y casi me pega, pero sólo fue un ademán porque luego aclaró:
-Sí "Milord"-hizo enfasis en el Milord
-Sí Milord-repetí obedientemente...
-¿Qué esperás? ¡¡ponte a trabajar! ordenó dándome un empujón por la espalda, con el cual casi caigo de bruzes al suelo, pero mantuve el equilibrio por fortuna.
Yo vivía en una casa muy humilde cerca de ahí, y por lo tanto estaba acostumbrada a trabajar con cosas pequeñas, mi mente sólo concebía ese tamaño, pero al ver esa gran mansión, sentí que mis piernas temblaron...tal vez moriría ahí mismo limpiando...
Pero no, ¡tenía un plan! por la noche cuando el no estuviera trataría de salir y nadie iba a detenerme...
tenía que aguantar un poco más...y después mi plan de fuga se pondría en practica.

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¿Qué pasará con Clarise ahora? ¿en verdad tratará de escapar? ¿lo logrará? y si no lo logra...¿morirá en el intento? ¿qué clase de amo es este hombre? descúbralo en el siguiente capítulo!!!

jejejej seguiremos escribiendo!!

Capítulo 2

No podía más, jadeaba sin cesar...al parecer el limpiar toda esta mansión iba a ser una tarea inacabable pero, por lo menos "MiLord" ya no estaba en casa y eso me daba tiempo para pensar en un escape ejemplar, sin embargo,sabía que podía regresar en cualquier momento...por ello no me atrevía a irme ahora.
6 horas habían pasado ya...y el sol comenzaba a ocultarse, dentro de muy poco tiempo Guy regresaría a la casa y quedaría absolutamente dormido...de eso me iba a encargar.
Cerca de esa casa vivía una vieja mujer a la cual llamaron siempre "loca" pero yo sabía que en realidad era una bruja, porque ella sabía acerca de todos los poderes de las esencias de la naturaleza y los manejaba a placer...ella podía brindarme mi "solución".
Así pues...salí con un pequeño frasquito entre los dedos y una sonrisa cruzandome los labios...
Llegué a la casa (ahora impecable) y esperé a la llegada del cruel "Milord"
Pronto escuché su regreso:
-¡¡ESTOY CANSADO Y TENGO HAMBRE! TRAEME DE COMER AHORA!!!-vociferó gravemente
-Ahora voy Milord...
"Pronto Milord ya no estará y yo podré regresar con mis padres"
pensé "ahí tienes" y vertí el líquido en su copa de vino. Esa seria la ultima orden que estaría dispuesta a oír de su parte..."una vez que haya muerto, podré buscar a mi familia"
-Aquí esta su cena-dije seca y cortantemente
Se veía terriblemente cansado, sudoroso, y por lo cual se quitó su chamarra de cuero y la dejó en la silla, estaba literalmente echado en ella.
Me miró pero dejándo de lado toda aquella furía que había mostrado en la mañana. No lo sé...su semblante era de preocupación. Jadeaba y sudaba...quizá la cabalgata lo había agotado...pero "MiLord" se mantenía en silencio, y yo también. Quize romper el silencio de alguna manera para olvidarme de mis planes un poco...
-Milord...¿puedo saber...su nombre?-dije con miedo para saber el nombre de mi victima futura.
-¡NO TE IMPORTA!-me espetó.
-¿No quiere saber el mío Milord? ¿no quiere saber el nombre de su servidora?
-No me interesa-dijo en tono más bajo.
En ese momento me encontraba pelando una manzana y de pronto, de un momento a otro, el cuchillo cortó mi dedo y la sangre, brillante y clara comenzó a brotar. Grité de dolor.
-Ughhhh-dijo él-¡¡¡¿QUÉ NO PUEDES SER MÁS CUIDADOSA?!!!- Y lo que pasó a continuación pasó para mí como en cámara lenta...
"Milord" se quitó sus guantes negros se levantó con pesadez se acercó a mi como se acerca un gran león a su gacela estándo a punto de comersela y me ordenó que le mostrara mi dedo.
Automáticamente creí que me lo iba a cortar del todo o no sé...me dió tanto miedo su gran presencia que sentí que me encogía. No quise mostrarle mi mano y le dije:
-No es nada mi señor.
-¡QUE ME DES TU MANO TE DIGO!-me gritó.
No tuve de otra y se la di temblando, creo que estaba a punto de llorar...
El la examinó como si fuera un doctor y después de unos segundos, (que para mi parecieron años)cortó un pedazo del trapo de cocina que estaba usando y...lo vendo.
No sé como, no sé porqué...la verdad es que no entendí, pero de alguna manera, me conmovió hondamente su gesto. ¿Cómo era posible que un gran Lord como él se haya preocupado por mi dedo? ¿cómo es que él, un hombre duro y cruel se haya preocupado por alguien como yo?
-Si tu dedo gangrena no podrás trabajar más...y eso no me conviene-dijo en una voz casi imperceptible...
Eso sí me había dejado perpleja, ¿cómo se preocupa por una criada si bien podría conseguir otra luego? la verdad es que no me lo explicaba...
Sin embargo, había una péqueña voz en mi cabeza que comenzó a molestarme en ese mismo momento:
"EL VENENO!!!" "NO PUEDO DEJAR QUE EL MUERA AHORA" "QUIZA DEBA ESPERAR UN POCO MÁS PARA HUIR"

Y entonces, sigilosamente pasé por la mesa y tiré a propósito su copa, él se paró furioso y me dió una cachetada que me tumbó al suelo.
-¡¿¿¿ASÍ ME AGRADECES???!- me espetó-Te lo advierto-dijo en voz baja tomándome de las ropas-Sí sigues cometiendo tonterías voy a hacer algo al respecto...

En mi mente sólo se repetía la frase:
"Gracias!!, gracias por no haber dejado que tu muerte pesara sobre mi conciencia" En definitiva...tenía que pensar en otra cosa...

Jajajajajajajaja justo lo que Guy necesita, una sirvienta que sepa molestarlo en el momento adecuado . Solo que no se porque pense en el personaje de Annie, la sirvienta que salio en el episodio 4 de la primera temporada.

Esta genial la historia espero que lo continues pronto !!

Crisitos escribió:

Jajajajajajajaja justo lo que Guy necesita, una sirvienta que sepa molestarlo en el momento adecuado . Solo que no se porque pense en el personaje de Annie, la sirvienta que salio en el episodio 4 de la primera temporada.

Esta genial la historia espero que lo continues pronto !!

Sí pero esta sirvienta es la que limía la casa de Locksley donde vive Guy en la serie y ay! que cosas habrán he estado pensando en tantas cosas que se pueden escribir!

Me ha encantado! Guy muuuuy malo jaja pero la escena cuando ella lo ve por primera vez te ha quedado genial me lo imaginaba a Guy parado en la puerta de brazos cruzados con esa mirada fríd y distante.... ainsssssss..... lo amo!!!!!
Sigue que quiero seguir leyendo
Besos
Mitka

Aquí les va el capitulo 3!!!!!!!!

Esta es la música ideal para este capitulo:


Capítulo 3

Esa mañana Milord se fue temprano, aún seguía dormida cuando me dí cuenta que ya no estaba...
Eso me dió a pensar que quizá podría escapar ¡ya estaba desesperada por salir de ahi!
Esta bien...noiba a quitarle la vida pero no me iba a quedar ahí para siempre. Pensé que si él se había ido temprano entonces iba a tardar en llegar, por lo cual me marcharía sin dejar rastro.
Junté algunas de mis cosas en una bolsa algo vieja que traía, hecha por mi madre, ahí traía 2 chelines y un trapo para recogerme el pelo. Eso era todo.
Después de un momento, pensé que no llegaría muy lejos sin agua ni dinero para el trasnporte, por lo cual tenía que llevar algo más...
"No te quitaré la vida, pero eso no me impide robarte" pensé con una lógica que, en aquel entonces parecía justa y clara.
Entonces, entré a su recamara sin pensarlo dos veces...
Al verla, me quedé perpleja. No porque fuera majestuosa o más lujosa que las demás, sino que, simplemente era más grande y eso era todo.
Su cama, con alguna sabanas permanecía destendida en el centro y contra la pared, delante de ella había un gran escritorio de madera y en la pared contigua había una ventana, eso era todo.
"Entonces no es un gran señor después de todo" pensé al entrar en aquel recinto, la verdad era mucho lo que me esperaba para lo que encontré.
Posteriormente cambié este pensamiento y pensé en que no pasaba mucho tiempo él en esta casa.
"¿dónde tendrá su fortuna?" me pregunté volteando a mi alrededor...
Ví el escritorio que había y comenzé a tirar de cada uno de los cajones pero o estaban vacíos o había unas pocas hojas de papiro en blanco.
Seguí tirando de todos hasta que me encontré con un cajón del que no pude tirar...por más que jalé permaneció cerrado.
Pensé que tuviera un truco...y entonces se me ocurrió abrir el cajón del medio, debajo de la tabla donde se escribe...y voilá!! el último de los cajones abrió sin más...
Con curiosidad me asomé a ver lo que tenía...y lo que hayé me pareció de interés: cinco o seis cartas a medio escribir con una letra de apariencia rápida aunque elegante.
Me costaba trabajo entender lo que decían puesto que a las mujeres no se nos enseñaba a leer, y menos a las muejres campesinas...pero sabía un poquito gracias a mi padre, a quien, según dicen, le había enseñado un noble señor.
Al parecer las cartas estaban dirigidas a una mujer llamada "Marian" y tenían escritos bellos halagos y anécdotas...en general eso fue lo que entendí.
y al final había una letra alargada y con garigoleos, entrecerré los ojos y me esforzé en entender lo que decía:

"G.....U.....Y.....D....E...G..I.....S......B.....O....R.......N....E"

¡Guy de Gisborne! exclamé triunfante una vez que logré descifrar el nombre del firmante. ¿sería este el nombre de mi señor? era lo más seguro...
Me sentí poderosa, maravillada por poder utilizar este poder de "ver "estos simbolos tan extraños y conquistar,en cierta manera lo que nombra un objeto o una persona, y ahora tenía poder por sobre ese señor, y eso me dió fuerza.
Seguí viendo las cartas por encima, tocando el grueso papel de pergamino, sintiendo con mis manos la tinta negra, oliendo el material con el que estaban hechos...y percibir el delicado dejo de naturaleza que se desprendía de él.
Había algo mágico en todo ello... me sentía casi como una hechicera.
y entonces, al bajar la mirada...lo ví: una caja escondida debajo del escritorio oculta por la sombra. Esa era seguramente la fortuna de Gisborne...
Me agaché lo más que pude y estiré el brazo para tomarla, pero por desgracia estaba demasiado pesada, estiré ambos brazos y la arrastré hacia mí con todas mis fuerzas y una vez que la tuve a la luz, fue sólo para darme cuenta de que estaba cerrada con un candado de hierro, no tuve de otra más que devolverla riendiendo mis esfuerzos
¿Cómo iba a conseguir dinero ahora? ¡debía haber una manera!
No se me ocurría absolutamente nada...
me incorporé y tomé las demás cartas y seguí revisándolas una por una, la curiosidad me mataba por descifrar (o intentar descifrar lo que ahí decía)
Y entonces se me ocurrió levantar una y verla a la luz de la ventana, y justo en ese momento un brazo de hierro me tomó por la cintura estrechando fuertemente, lastimándome...y por detrás escuché:
-¿¡QUÉ ESTAS HACIENDO!? ¿¡CREES QUE PUEDES REVISAR MIS COSAS SIN MI PERMISO!?
Grité del puro espanto y con todo el esfuerzo del mundo traté de voltear:
Era Gisborne rojo de la furia.
Sus ojos azul acero se veía intimidantes aun cuando estaba sereno...pero la ira los transformaba en fuego azul, en el infierno mismo.
Tratpe de soltarme y forsejeaba con todo mi corazón pero era demasiado fuerte. Creo que comenzé a suplicar su perdón, pero él no me escuchaba, su voz parecía el rugido de un león:
-¡¡¡TE LO ADVERTÍ!!! ¿¿¿¡y sabes qué!??? ¡¡NI SIQUIERA MERECES SEGUIR CON VIDA POR LO QUE HAS HECHO!!
Entonces me tomó de los cabellos y tirándo de ellos me llevó afuera de la casa.
-¡¡¡¿¿¿QUÉ PENSABAS????!!! ¡¡¡¿¿¿ROBARME???!!!
-No señor ..disculpeme por Dios, yo solo estaba...
-¡¡¿¿qué???!!!
-estaba...-no sabía que decir y entonces me quedé callada.
-¡¡CALLATE YA!!
Y en ese preciso momento, desenfundó su espada y la apuntó hacia mi cuello y enseguida comenzó a avanzar hacia mi haciendome retroceder hasta arrinconarme con la pared...
-¡¡MORIRÁS AHORA MISMO!!
Estaba literalmente entre la espada y la pared, y noté como mis manos estaban paralizadas, lo mismo que mis piernas...no sentía la mayor parte de mi cuerpo,es posible que me fuera a desmayar...
Cerré los ojos esperando la estocada y oí un grito de furia como si tomara vuelo y fuerza para atravesarme y luego...un gemido, una caída, y...nada...

Y el 4? donde esta el 4?!! donde demonios esta el siguiente episodio!!! a andale!! yo quiero saber que paso!!!! que hizo Guy?!! dime!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Bien pero ya dejando atras a la niña caprichosa de Cristina, esta muuuuuuy bueno el capitulo!!! y es en serio yo quiero saber!!

a petición del publico...

Soundtrack para leer el capitulo:


Capítulo 4
Tenía los ojos cerrados aún...esperando mi muerte de pie pero paralizada por el miedo...pero quizá la muerte no era ni tan dolorosa ni tan diferente a la vida...porque no sentí nada.
Entonces abrí los ojos y parecía ser que la Providencia se había encargdo de cuidarme...
a mis pies se encontraba Gisborne tirado en el suelo retorciéndose de dolor y pálido como la nieve...no gemía pero al parecer sus gritos quedaban ahogados por algo que se encontraba dentro de él.
Me di cuenta que con todo el esfuerzo del mundo trató de formular las siguientes palabras:
-¡Ayuda! ...¡por.....fa...vor! y luego lanzó un grito.
No paraba de rechinar los dientes y agarrar algo de pasto con una mano estrujándolo con todas sus fuerzas, mientras que con la otra se agarraba el estómago.
Pensé en huir...después de todo, si se recuperaba iba a quitarme la vida por lo que hize, así que no me convenía dejarlo con vida.
Asustada como estaba, tomé la oportunidad y salí corriendo del lugar con dirección a mi casa...pero a cada paso que daba, algo dentro de mi me quemaba, me ardía hasta que explotaba en culpa y remordimiento...no sé porque pero mi consciencia me dictaba que no podía dejar al pobre hombre ahí tirado...tenía que llamar rapidamente a un dcotor y con lo debil que estaría entonces aprovecharía para huir.
Corrí entonces a Nothingham con toda la potencia que mis piernas me daban para encontrar a un doctor y pronto llegué al más cercano.
Entré a la humilde casa y grité:
-¡¡VENGA CONMIGO POR FAVOR HAY UN HOMBRE ENFERMO NECESITO DE SU AYUDA!!
El hombre, algo ya maduro me preguntó consternado y algo alterado:
-¿Quién? ¿qué le pasa?
-No lo sé doctor pero tiene que venir conmigo ¡¡¡RAPIDO!!
Afortunadamente el doctor era un hombre rico y poseía un caballo, junto todas sus cosas, (vendajes, pomadas, brebajes, cuchillos) y los metió todos a una bolsa de piel de buey subió rapidamente al animal y me hizo subir tambien, entonces partimos a la casa de Gisborne lo más rapido que se pudo.

Con solo acercarnos un poco a ella pudimos oír los terribles alaridos que daba el de Gisborne los cuales iban en aumento a cada minuto... No sé qué le pasaba pero era claro que sufría hasta lo más profundo de su ser.
El doctor bajó rapidamente del caballo y se acercó al lord.
Miró que se presionaba el estomago y entonces adivinó...
Trató de quitarle el brazo pero Gisborne no lo retiraba.
-Señor por favor, soy un doctor dejeme ver...
Pero Gisborne sólo gritaba más y más, sin dejarlo trabajar...
-¡Por favor Milord!-insistía el especialista, pero Guy sólo gritaba y se retorcía más..
-Niña traeme por favor el frasco más pequeño que encuentres enre mis cosas-me indicó el doctor.
Entonces, yo que aún estaba subida en el caballo registré su bolsa y encontré un pequeñisimo frasco con un líquido trasnparente y aceitoso en su interior.
-¿Este?-pregunté con desesperación.
-Sí, ¡¡dámelo!!
Y entonces corrí hacia él con el frasquillo.
El lo destapó y vertió como puso su contenido en la boca de Gisborne, quien por cierto por poco lo escupe pero al final selo tragó todo.
A los pocos minutos sus movimientos fueron amainando hasta que dejó de gritar y se quedó totalmente inmovil.
El doctor sonrió aliviado y me ordenó:
-Por favor, ayudame a llevarlo arriba, hay que ponerlo en una cama para que pueda revisarlo.
Tomé sus piernas y él lo tomó de los hombros y así lollevamos a la habitación principal.

awwww pobrecito le dio dolor de panza!!!! y yo que pensaba que era Robin quien lo habia atacado. Pero bueno espero que lo continues pronto la historia esta buenisima

Capítulo 5

Agoté casi todas mis fuerzas en cargarlo, la verdad es que pesaba mucho, y Gisborne no era un hombre muy bajo de estatura que digamos.
Lo pusimos en la cama como un viejo costal y entonces el doctor comenzó a revisarlo...
Se arremangó y le quitó la camisa de cuero...descubirendo así su pecho y su estómago. Lomiró detenidamente...luego comenzó a dar golpecitos ligeros en todo el estómago con el dedo índice y medio hasta que muy posiblemente oyí algo que no le agradó.
-Mmmm...-murmuró el doctor.-otra vez.
-¿Qué sucede doctor? ¿qué tiene?
-Otro hombre enfermo de lo mismo....-es lo único que respondió.
Luego siguió dandole golpecitos en el estómago por algunos minutos hasta que dijo lo siguiente:
-Esta enfermedad se está dando tanto en estos ultimos días que yo sinceramente creo que muchos no van a salvarse...
-¿Entonces, él va a morir?
-Tal vez sí, tal vez no...todo depende de cuan fuerte sea y cómo resista al tratamiento...pero lo que sí es seguro es que necesitaré de tu ayuda.
-¿De mí?-pregunté sorprendida.
-Sí...necesito que mojes trapos en agua fría y que cada media hora se los cambies, y que cada hora le des esto-y entonces me mostró otro frasco con una especie de agua roja en su interior-esto hará que en algunas semanas se sienta mejor, aunque es una medicina muy fuerte que le causará a veces más dolor que el que ya tiene, por eso necesito que lo atiendas a todas horas...
"Vaya!!" -pensé...-"lo que me faltaba!! quería huir de él no ser su enfermera!!"

-Yo estaré ayudandote por tres días y después te dejaré sola con él, pero no te preocupes, ya que vendré todos los días a visitarlos hasta que se reponga del todo-aseguró el doctor con una sonrisa tranquilizadora-ahora lo he dormido, pero en cuanto despierte debes comenzar a darle tres gotas de la medicina. ¿entendido?

-Sí está bien-dije tratando de simular preocupación.
-¡Ah! y otra cosa más...tendrás que alimentarlo muy bien, tiene que estar fuerte para sobreponerse a la enfermedad, por ello ve ahoa al pueblo y compra algo para que coma, yo estaré aquí cuidándolo.
-Pero no tengo dinero...sólo tengo dos chelines doctor.- le indiqué.
-Les prestaré algo para que compres pan y carne en el mercado, pero luego tendrán que pagarmelo junto con todo ¿de acuerdo?
-Sí doctor está bien.-murmuré con tono cansino y bajo.

Entonces me dirigí al mercado con toda la calma del mundo...aún podía escapar y dejarlos sólos ahí, depsués de todo el doctor cuidaría de él y yo no tendría porqué volver... sabía que si ese hombre recobraba la salud lo primero que iba a hacer era quitarme la vida.
Y entonces me paseé despreocupadamente entre los puestos...había tanta gente que me quedé medio pasmada...pero de la nada surgió una mujer vieja harapienta y con ojos vidriosos que se me acercó y me tomó a la fuerza mi mano, ¡era una gitana!
Me miró a los ojos y dijo:
-Puedo ver...que tienes un destino importante que cumplir...
debes cumplir con ese destino...si no, una desgracia puede sobrevenirte...
Traté de soltarme pero la vieja siguió hablando...-Tú destino es salvar Inglaterra y si no cumples con tu deber eso nunca será...posible-
Parecían disparates todas estas palabras pero...¿a qué destino se refería? ¿no estaba hablando de..?
Todo parecía apuntar hacia una cosa...algo tenía qué hacer.
La gitana no quería soltarme antes de recibir su pago y le dí un chelín proveniente de la cantidad que me dió el doctor y asustada por las predicciones quirománticas me fuí a comprar la comida y regresé a Locksley

Uhhh cual sera su destino? Bueno espero enterarme pronto :p digamos en pocos minutos cuando publiques el siguiente capitulo si?!!!

Capitulo 6
Soundtrack


-¡¡He regresado!! ¡¡he regresado!!-exclamé al ingresar a la casa...
pero nadie me contestó...lo cual me llenó de absoluta consternación y repetí:
-¡¡YA REGRESÉ!! a´pun más fuerte pero como nadie me respondía subí las escaleras e ingresé al recint donde el doctor y Gisborne se encontraban y lo que ví ahí me heló la sangre:
El doctor estaba tirado en el suelo encima de un charco de sangre con un puñal enterrado en el pecho, justo en el corazón...
¿Gisborne lo había matado? imposible: seguía inconsiente y en la misma posición en que lo había dejado cuando me fuí, era evidente que alguien había entrado a la casa y había asesinado al pobre hombre.
Lanzé un grito de terror...temía que el canalla siguiera en la casa y me quitara tambien la vida. No me quedaba mas que registrar la casa y ver si todavía se encontraba, había que defenderme de alguna forma...tomé el puñal del cuerpo del doctor y registre la habitación lentamente y con cuidado...en cada sombra podía esconderse la muerte, pero nada. Ví abajo del escritorio para cerciorarme de que la fortuna de Gisborne se encontrara en su lugar y todo estaba ahí...me encontraba realmente confundida.
Bajé las escaleras y regustré la planta baja...pero nada.
Lo más probable es que el asesino se haya escapado por la ventana. No sé cuando y no sé porqué hizo esto, pero tenía que sacar el cadáver lo más pronto que pudiera de ahí. Entonces subí corriendo apun con el puñal en la mano y me di cuenta de que Gisborne aún estaba inconsciente y sereno aunque quizá no por mucho tiempo.
Cargué el cuerpo del doctor y lo saqué de la casa, tenía que darle sepultura antes de que algo más pasara, sin embargo un pensamiento angustioso me atravesó la mente:
¿Qué pasará cuando la gente del pueblo de Nothingham se de cuenta de que el doctor no está? irán abuscarlo y lo encontrarán muerto...¿y si pedía ayuda? no...no era bena idea, ¿quien me iba a creer que no fui yo quien lo maté? ¿y Gisborne? ¿quién me ayudaría con él? no sabía qué hacer...mi mente revoloteaba en miles de posibilidades pero era yo sólo contra el mundo...

Quien fue? Y todo alrededor es un desastre y el señor bien dormido! Esta buenisimo el capitulo

Capítulo 7

Los segundos parecían años...y el sudor perlaba mi frente...aún seguía ahí fuera de la casa con el cuerpo del pobre hombre sin saber qué hacer...
¿A quién le pediría ayuda? ¿quién se acercaría para darme auxilio?
Miré al cielo y no supe qué hacer...
Después de un momento ví que una comitiva de soldados se acercaban a la casa, algo no andaba bien.
Una vez que estuvieron lo suficientemente cerca uno de los hombre a caballo habló así.
-¿Quién eres tú niña y qué haces con ese cuerpo?
Tartamudeé sn decir nada coherente.
-Venimos en busca de Gisborne, el Sheriff solicita de su presencia ahora mismo en el castillo.
-Este...verán...esque Lord Gisborne no se encuentra disponible...lo que sucede es que sufrió de una terrible enfermedad y llamé al doctor para que lo atendiera, él me mandó a buscar comida pero cuando regresé alguien entró a la casa y mató al doctor. ¡¡por favor ayudame!!
El hombre me miró fijamente a través de la visera de su yelmo y entonces toda la comitiva soltó una carcajada.
-¿¿Esperas qué te creamos?? y volvieron a reir.
-Por favor ayúdenme a sepultar al doctor y a cuidar de Milord ¡¡por favor!!
-Me temo que tendrás que venir con nosotros niña.
Y entonces uno de ellos bajó de su caballo me tomó a la fuerza, me ató,me amordazó y entonces me subió.
-Tendrás que declarar frente al Sheriff lo que viste-dijo el mismo que me había hablado-y ahora, registren la casa, ¡busquen a Gisborne!
Y mientras algunos hombres se quedaban para buscar al Lord el resto dela comitiva nos marchamos al castillo.
"Ahora sí...este es mi fin"nunca debí de haber regresado a Locksley ¡la gitana me embaucó!" pensaba mientras nos acercabamos más a la boca del lobo.
El viaje a caballo duró poco, pero pronto nos detuvimos ante el complejo.
Pude ver como la eja levadiza se abría y nos intoducíamos al interior del castillo.
Una vez adentro, ingresamos a la cámara del Sheriff.
-¡SEÑOR! hemos ido a buscar a Gisborne, pero en su lugar hemos encontrado a esta niña que dice que está enfermo, algunos de mis hombres se quedaron registrando el lugar.
-Bueno y...¿es cierto o no?-preguntó un hombre casi calvo y de baja estatura que se encontraba de espaldas.
-Encontramos a la niña con el cadaver del doctor ...
-Creo, mi amigo que no has respondido a mi pregunta.
-¡Tal vez ella misma mató al doctor para dejar morir a Gisborne su señoría!
El hombre casi calvo chasqueó con la lengua varias veces y luego se dió la media vuelta.
-Desátenla y que hable-ordenó.
Entonces me quitaron las cuerdas y la mordaza yme arrojaron de una patada a los pies de aquel hombre con voz serpentina.
-Y dime.... tú... ¿que fue lo que pasó?
No sabía por donde empezar...nitampoco quería comenzar desde la parte en donde Gisborne había querido matarme porque estaba yo viendo sus cosas entonces partí de una mentira para luego decir la verdad.
-Bueno señor, estaba yo recibiendo a Milord en la entrada cuando de pronto comenzó a gemir y a moverse de manera muy extraña, luego cayó al suelo y no paraba de gritar del dolor, entonces fui al pueblo para conseguir ayuda y encontré a un doctor, una vez ahí el doctor le dio una especie de calmante y lo durmió, luego me dió algunas indicaciones y me pidió que fuera a comprar comida, fui al mercado la compré y alregresar encontré al doctor muerto.
Después vinieron ellos-dije indicando con la cabeza a los soldados.
-Mira qué interesante historia...sabes, -dijo llevandose la mano a la barbilla-te creo niña, y después de todo mereces un premio por esforzarte en salvar a Gisborne.
Por un momento se me iluminaron los ojos y pensé que me iba a preguntar si quería mi libertad.
-¿En serio? -pregunté esperanzada.
-¿Te doy una pista? no.-se le desvaneció la sonrisa y ordenó a gritos- ¡GUARDIAS, VAYAN A LA CASA DE GISBORNE Y MANDEN DE INMEDIATO A OTRO DOCTOR! Y SAQUEN A ESTA LEPROSA DE AQUÍ Y ENCIÉRRENLA!
No podía comprender su decisión¿porqué a mi? ¿porqué me pasaba esto? dos guardias me tomaron de los hombros y me dirijieron a los calabozos más profundos y oscuros que jamás haya visto...la muerte me acechaba a cada paso

Pobre!!! Y Gisborne todavía bien inconsiente! a ver como se va a salvar de esta!

¡¡¡¡Quiero seguir leyendo!!! Me encanta tocaya, y Gisborne que no se despierta!!!!! Muy buena la descripción del Sheriff, tan malo como siempre, esperemos que Guy se recupere de su dolor de barriga aunque vuelva a ser cruel con la pobre muchacha; síguelo que está muy bueno

Soundtrack
Capitulo 8
Esos hombres me arrojaron al calabozo sin piedad a la celda...pero no sin amordazarme y atarme primero y así quedé casi inmovil...entonces comenzé a llorar como nunca lo había hecho antes.
Las lagrimas hacían que mis ojos ardieran y lo peor es que no podia tallarmelos, pero el dolor dejó de importarme cuando sentí que la pena que llevaba dentro era mayor.
¿Cómo era posible que me estuviera pasando todo esto?
¿Porqué tuve qué hacerle caso a una vieja anciana que sólo quería sacarme dinero? ¡que tonta había sido! ¡sólo alguien tan supersticioso como yo habría hecho algo así!
Pensé en mis padres, en mis hermanos y me pregunté si aún seguirían con vida. ¡Tenían que estarlo! si no, yo lo sentiría...
Esto era quizá, lo único que me mantenía con vida...mi objetivo final de reunirme con ellos.
Pasó el tiempo...quizá fueron minutos, horas, días, ¡no tenía forma de saberlo!, el tiempo pasaba de manera enrarecida...como si no hubiera tiempo en realidad...
Oí los sonidos de los cerrojos abrirse y cerrarse una y otra vez, veía uno, dos, tres cuatro, ratones pasar a mi lado y llevarse algo que parecía ser comida, oí gritos espantosos de hombres que estaban siendo torturados cerca de ahí.
Oí como entraban y salían hombres con platos de comida... oí también amenazas y juramentos de los prisioneros de las celdas contiguas, el gorgoteo continuo e incesante en una celda contigua...oía hombres nuevos ingresando a los calabozos con sollozos y nuevos juramentos...y luego
el silencio.

Seguía atada y amordazada y sin poderme mover...un sopor invadió mi ser y quedé profundamente dormida hasta que, en determinado instante oí el cerrojo de mi puerta abrirse.
Quizá estaba soñando.
Una sombra ingresó a mi celda y se acercó a mi con el sigilo de un gato, sin hacer absolutamente ruido alguno. Luego se arrodilló y me desató.
Tal vez creyó que iba a gritar porque de inmediato se llevó un dedo a los labios indicandome que guardara silencio, y eso hize cuando me quitó la mordaza.
La extrañisima figura en cuestión me tomó de la mano y pude sentir su guante de cuero apretandome fuerte pero con seguridad, jalándome con cuidado me sacó de la celda y me llevó a la salida, pero antes se pegó a la pared y revisó si no había "moros en la costa", por supuesto había miles de guardias custodiando la entrada a los calabozos pero prontamente salimos de ahí, y con todo el cuidado del mundo fue esquivano todos y caa uno de los soldados como si adivinara sus movimientos...pasamos siempre de espaldas de cada uno y entonces comenzamos a bajar por unas grandes escaleras...no me explicaba cómo lo hacía pero esta sombra parecía conocer todos y cada uno de los pasos que daban los hombres en este castillo.
Me dí cuenta de que era un muchacho delgado, no tan alto nitan bajo, que llevaba una gran capa anaranjada yuna capucha que le cubría el pelo, y su cara la tapaba un antifaz.
Recuerdo que muchas veces nos detuvimos para tomar aire o para esperar a que los soldados se colocaran en la posición correcta para salir hasta que finalmente corríamos en silencio.
Pasamos miles de puertas sin ser vistos...muchas veces delante de soldados que custodiaban las entradas y que, increíblemente estaban dormidos.
llegamos por fin al patio delantero sin ser visto, y escondidos detrás de una pared, aquella extraña figura me cargó en sus brazos y me despositó en una carreta con paja que esperaba salir por la mañana del castillo para el pueblo.
Ahí me cubrió con algo de este material y colocándose el dedo delante de un velo que cubría su boca hizo :
-Shhhh-para indicarme que no hiciera ruido y me quedara quieta.
Era aún de noche pero pude ver claramente el destello de dos ojos verdes por detrás de ese antifaz que ocultaba su rostro. Un brillo felino centelleaba en ellos...eran ojos ágiles suspicaces, misteriosos, casi femeninos.
Y entonces el grito de un guardia se oyó a sus espaldas:
-¡¡¿¿Quién anda ahí??!!-
Entonces se escuchó calaramente el paso metálico de uno de los soldados que se dirigía justo hacía nosotros.
La misteriosa figura volteó a todos lados y sin más regresó al castillo y se internó en él.
Traté de ocultarme entre la paja y permanecer quieta pero el soldado ya estaba casi delante de mí.
Cerré los ojos y pude oír el desenfundar de una espada y entonces sentí como el soldado comenzó a asestar golpes enterrando el filo entre la paja.
No sabía qué hacer...seguro me alcanzaría.

AGHHH NO ENCONTRE SOUNDTRACK PARA TODOS LOS CAPITULOS!!! bueno...si tienen alguna sugerencia es bienvenida

Pobre que no le pasa a ella? Y que bueno que Marian la salvo!!.

Espero que lo continues pronto :]

Crisitos escribió:

Pobre que no le pasa a ella? Y que bueno que Marian la salvo!!.

Espero que lo continues pronto :]

shhhh puede que la gente no sepa que es Marian XDDDD

jajajajajajaja lo siento pero describiste a detalle la doble personalidad de Marian!!!! no es mi culpa que seas buena describiendo!

Crisitos escribió:

jajajajajajaja lo siento pero describiste a detalle la doble personalidad de Marian!!!! no es mi culpa que seas buena describiendo!

SHHHHHHH yo nunca dije "Marian" y para alguien que no haya visto la serie XDDDDDD

Si si ya sé...es obvio XD

Dios esta buenisima la historia, siguele me fascina, aun estoy preocupada por gisborne, ayyyyyyyyyy pobre del doctor, que lo mataran
siguele porfa quiero leer mas.

Hola chicas!! ayer no tuve Internet y me dediqué a continuar mi historia, aquí les va:

Capítulo 9
Traté de quedarme inmóvil, como una piedra, como una estatua, pero pasaban eternamente los minutos y aún seguía sintiendo los piquetes de la espada, los cuales, por suerte, nunca me daban.
Al fin cesaron y el guardia se fue, algo cansado de insistir y creyendo, tal vez, que todo lo que pudo haber escuchado fue sólo su imaginación.
Entonces, pude ver el amanecer, o por lo menos, fijándome en el piso del patio me di cuenta de que el sol ya despuntaba, pero inmediatamente comencé a sentirme algo mal, y me di cuenta de que el sólo el hambre me había perseguido todo este tiempo sólo que np me había dado cuenta por todo lo que había pasado. Pero era cierto, mi estómago estaba vacío, no había comido nada desde que estuve en la casa de Gisborne.
Entonces, una debilidad terrible se apoderó de todo mi cuerpo y lo entumeció, hasta que no pude moverme, todo se hizo oscuro y no supe nada más.

…

Abrí los ojos y la luz del sol del medio día me dio directamente en la cara, palpé mi cuerpo y al parecer seguía viva, aunque febril.
Seguía permaneciendo en la carreta de paja pero algo había diferente: había salido del castillo y ahora me encontraba en otro lugar, traté de incorporarme y bajarme en silencio y al hacerlo torpemente, tiré un montón de heno.
Al fin me paré con todas mis fuerzas y al hacerlo, una aparición infernal se presentó ante mis ojos: la mansión de Locksley, donde se encontraba Gisborne.
No sé porqué pero de nuevo había terminado en el lugar donde había comenzado,tal vez estaba destinada a vivir, trabajar y mporir en ese lugar por obra de la Providencia, ¿seríua posible que la gitana tuviera razón y me tuviera que quedar ahí?
Entrecerré los ojos y ví que había una especie de paquete frente a la puerta, entnces, me aproximé más para ver qué era. Al acercarme me dí cuenta que era una bolsa de cuero algo vieja urgé en su interior y para mi sorpresa encontré seis generosas hogazas de pan.
“Tal vez esto no es tan malo después de todo” tomé una y la mordí.
Estaba ligeramente duro, pero fue la comida más agradable que jamás he tenido en todo mi vida.
Devoré ávidamente dos hogazas de pan y el resto me lo reservé para otra ocasión…
Como mi estómago comenzó a trabajar, automáticamente mi cerebro también…comencé a recordar mi escape del castillo y aquel extraño ser que me había salvado la vida, ¿quién era y porqué lo había hecho? No había manera de obtener la respuesta…lo único que sabía es que aquel misterioso me había puesto a salvo, que la carreta donde me había colocado salió del castillo y me había sacado a mí con ella y que se había detenido en Locksley justo enfrente de la mansión.
Era muy posible que el Sheriff alertara a su gente y al pueblo de mi fuga y que ahora mismo me estuvieran buscando, por ello no podía regresar al mercado nunca más, era demasiado peligroso para mí ahora. Y sin embargo, no quería permanecer ahí, sabía que eso significaría la muerte también. Aún con todo eso, entré sólo por curiosidad.
Me introduje en la casa dando pasos lentos y casi de puntitas, como si el piso estuviera minado; la casa parecía estar sola. La madera crujía bajo mis pies un poco pero nadie parecía haber pasado por ahí desde hace ya un tiempo.
Dejé entonces la bolsa de piel en la mesa y me senté en una de las sillas a descansar un rato.
Súbitamente se escuchó un “¡paz!” arriba como si un gran costal de arena se hubiera desplomado y hubiera caído fuertemente, me sobresalté, subí las escaleras de dos en dos y ahí estaba:
Gisborne famélico y más pálido que nunca tirado en el suelo cuan largo era, cerca de la puerta de su propia recámara. Horrorizada pegué un grito, pensé que había oído morir a Gisborne, pero no, no estaba muerto, con sólo acercarme un poco pude oír su respiración irregular.
No sabía qué hacer…seguramente el doctor que había mandado el Sheriff se había ido un momento y volvería muy pronto, pero de ninguna manera podía dejarlo tirado ahí, aunque tampoco podía pedir ayuda. Sin más remedio lo tomé de hombros y lo arrastré de nuevo hacia su cama…algo me decía que el lord había intentado salir para pedir ayuda…algo no andaba bien.
Al llegar al recinto, divisé las viejas medicinas que había dejado el doctor que yo misma llamé y recordé sus advertencias e indicaciones de inmediato. Sólo yo sabía cómo proceder a varios kilómetros a la redonda, la pregunta era ¿funcionaría aún?
Me arriesgué, tomé uno de los frascos rojos que se encontraba en el suelo, le quité el tapón y me acerqué al de Gisborne…
Sabia que el dolor que le iba a causar iba a ser mayor que el que ya tenía, pero aún así tenía que actuar…
Aún postrado en la cama, la presencia del lord imponía y llenaba el lugar, y casi casi podía oír su áspra voz diciendo “¡¡DÉJAME DEJAME NO TE ME ACERQUES!!, pero aún así proseguí…incliné el frasco para dejar en su boca la dosis indicada pero justo cuando las gotas caían lentamente oí la llegada de caballos a la casa.
“¡¡¡VIENEN A BUSCARME VIENEN POR MÍ!! SE HA DADO CUENTA DE QUE NO ESTOY Y HAN VENIDO A MATARME!!!” me incorporé y mirándo a todos mis alrededores busqué un lugar seguro para esconderme…no quería que me atraparan, dudaba que esta vez corriera con tanta suerte.
Con el corazón ya casi afuera, me metí en un armario que había por ahí, creyendo tontamente que no lo revisarían y así esperé pacientemente…

y el siguiente capítulo está muy loco:

Capítulo 10
Esperé y esperé pero nadie vino.
La oscuridad me cubría por completo y eso me dio un poco de seguridad, sin embargo, memoría de calor…no aguanté más y salí de ahí.
Dí unos pasos al frente de manera lenta y ví por la ventana…ya se habían ido. Quizá se habrían rendido de buscarme y no me había encontrado, sonreí triunfante. Pero una voz muy conocida me habló desde la cama:
-¿Se puede saber qué diablos estás haciendo?
Volteé con el corazón acelerado: ¡no podía ser! Era Gisborne y había despertado…su voz sonaba distinta, casi como apagada y débil pero legible.
Inventé rápidamente una pequeña historia, pues gracias a Dios él no sabía nada de lo que había sucedido debido a que había estado inconsciente todo el tiempo.
-Eh… bueno Señor, pues verá usted, ha caído algo enfermo,…hace algunos días llamé al doctor quien le ha recetado un calmante y ha estado inconsciente por algún tiempo, pero no se preocupe, justo ahora iba a hacer le cena para que recupere las fuerzas.
¡Por Dios que mala mentira!
-¿y dónde estabas hace unos momentos cuando trataba de pedir ayuda?
-Estaba abajo milord y no lo escuché, subí y lo ví desmayado, entonces lo devolví a su cama.
Gisborne fijó sus fríos ojos azules en mí y nuevamente, a pesar de que estaba enfermo, sentí ese poder suyo de clavarme en el piso con la mirada, me estremecí y temblé en mi interior, nunca olvidaría esa mirada terrible y escrutadora…
Aunque esta vez me miraba con duda y ladeó un poco la cabeza, luego se rindió, volteó hacia otro lado y finalmente ordenó:
-Tráeme de comer, ¡y de prisa porque estoy hambriento!
-Sí Señor, ahora mismo.-dije como si nada de lo anterior hubiera pasado jamás.
Sinceramente me sorprendí de él…¿cuánto tiempo había pasado desde que los soldados me habían llevado al castillo? ¿un día? ¿dos? Parecía que Gisborne ni sospechaba de mí ni tenía la menor idea de lo que había pasado todo este tiempo. Pero había un pensamiento que me rondaba por la cabeza: ¿y el doctor que había mandado traer el Sheriff para cuidar de él? ¿dónde estaba?
¿Porqué no volvía?
Bajé las escaleras y ví la puerta abierta: justo debajo había otra bolsa vieja con algo dentro, idéntica a la otra.
Fui por ella y esta vez encontré algo de carne fresca en su interior…¿pero cómo? ¿de dónde saldría esto? Entonces me acordé de los soldados que habían venido anteriormente y caí en cuenta: el sheriff estaba mandando comida a Gisborne ya que no podía salir. Algo simplemente inusual…era claro que Gisborne tenía privilegios especiales en Nothingham…muy especiales.
Tomé la bolsa en mis manos y encontré una muy buena razón para quedarme en esa casa: techo y sustento gratis… ¡lástima de la compañía!
Salí de la casa e hice fuego para azar la carne…
Pronto el aroma a carne asada me abrió nuevamente el apetito y comí ahí mismo como nunca antes lo había hecho. Me sentí como una reina. Sin embargo, habia demasiado carne para una sólo persona y entonces decidí compartir un poco con el de Gisborne…esa elección me hizo sentir poderosa, como si la vida de aquel lord dependiera de mí. ¡Y quizás así era!
Pero como era una persona sumamente piadosa con los demás me convertí de nuevo en su ayudante sólo para que el comiera de lo que había sobrado…junto con un pan que había encontrado por ahí.
El miró su plato con extrañeza y preguntó:
-¿De dónde sacaste esto niña?
-Lo ha mandado el Sheriff Señor.
Gisborne levantó las cejas y pestañeó extrañado, sorprendido, pero no preguntó más, simplemente devoró las cosas como un oso…
Me pareció muy desagradable verlo comer así…creí que los señores de alcurnia como él tenían modales, pero Gisborne tenía tanta hambre que se olvidó de ellos y dejaba un poco de comida en las comisuras de sus labios…
Hasta que finalmente me extendió el plato limpio y se acostó de nuevo algo cansado quizá.
La hora había llegado de tomar nuevamente la medicina y temí que el Lord se negara a llevar el tratamiento como había indicado el doctor…
-Milord, es hora de tomar su medicina de nuevo.
Él pareció molestarse porque había interrumpido no sólo sus pensamientos sino su comodidad, giró los ojos y se sentó en la cama como un niño pequeño esperando a que su madre le diera la cucharada.
Reí en mis interiores, aunque después sabría lo que vendría…
Tomé el frasco rojo entre mis manos y quité de nuevo el tapón. Me sentía algo ridícula por lo que iba a hacer, cuando de pronto el me interrumpió en mis intentos:
-¿Cuánto tengo que tomar?
-Tres gotas señor, sólo eso.
-Dame el frasco-pidió extendiendo la mano.
Yo dudé un poco y él, sonriendo con ironía, me dijo:
-No creías que me lo ibas a dar en la boca ¿o si?
- No señor.-y obedecí.
El me arrebató el frasco y tomó la dosis indicada, luego tapó el envase y se volvió a quedar quieto en su cama, ahora parecía pensativo, sumido en su propio mundo mirando hacia la ventana.
Había algo que yo sabía que iba a suceder y que me temía desde siempre, pero no fue hasta que comenzó cuando de verdad comenzamos los dos a sufrir de verdad.
Guy de Gisborne ardía en fiebre, y no gritaba de dolor, ¡rugía y se retorcía como si lo estuvieran atravesando con una espada y le dieran vuelta!
-¡¡¡¿¿¿QUÉ ES ESTO??!!! ¿PORQUE….¡AH!....¿¿¿ME DUELE ASÍ???¡¡¿¿qué me has dado niña??? ¡¡¡QUIERES MATARME VERDAD!!???
Asustada y desde la otra esquina del recinto, sudaba a mares…trataba de ponerle trapos mojados con agua fría para bajarle la tempertura pero sólo recibía manotazos y regaños, muchas veces estuvo a punto de golpearme.
-Señor ¡¡por favor!! El doctor advirtió que esto pasaría…¡¡le juro que no es culpa mía!! Pero por favor debe quedarse quieto…¡¡el dolor pasará!!
Gisborne aulló de dolor y rechinó los dientes.
-¡¡¡HAZ ALGO!!! …..¡¡¡NO LO SOPORTO!!!
Entonces me acerqué para ver su estómago como había hecho el doctor, pero tenía ambos brazos cubriéndolo y no me dejaba ver.

-Señor…¡¡si me dejara ver!!-le supliqué con el sudor rodándome la frente.
- NO ME TOQUES!! NO ME TOQUES!!! ARGHHHH!!!-
Y entonces, nuevamente la Providencia me presentó la solución: divisé uno de los frascos que había usado el doctor para dormir a Guy, y me precipité sobre el pequeño líquido.¡ Era el último que restaba!
Le quité el tapón y le advertí:
-¡¡Señor esto va a quitarle el dolor!! Permítame…
Pero Gisborne gritaba, aullaba y se retorcía de tal forma por el gran dolor que sentía que comenzó nuevamente a lanzar golpes al aire y de un momento a otro golpeó mi brazo y el frasco salió disparado irremediablemente al suelo haciéndose añicos y perdiendo para siempre el líquido salvador.
Todo se hizo silencio…ya ni siquiera oía los alaridos que daba el de Gisborne…todo a mi alrededor se hizo borroso y mis rodillas perdieron su fuerza así que caí arrodillada frente al líquido.
Un pesar y una desesperación honda invadieron mi corazón: Primero, no tenía a donde ir ni a quién pedir ayuda, si me alejaba de la casa los soldados me apresarían y el sheriff mandaría darme muerte de inmediato, mis padres y mis hermanos ¡todos vendidos y lejos de mí! Y yo encerrada en esas horribles cuatro paredes sólo por comida y techo…
Quería librarme, ¡quería salir de ahi de alguna manera!!,
Sabía que no era mi obligación cuidarlo…pero no tenía de otra…prefería eso a vivir sola y sin un propósito temporal…
Pero ahora parecía que todo mi mundo volvía a romperse en mil pedazos exactamente como aquel frasco, y nada de lo que hacía resultaba bien…tenía miedo, tenía hartazgo de todo pero sobre todo del mundo y de la gente…del sheriff y de Gisborne…las lágrimas corrían por mis mejillas raudamente e iban a mezclarse con el líquido rojo que yacía en un charco en el piso.
Tomé mi cabeza entre mis manos y comencé a gritar como hacía Gisborne…como si yo también sufriera de un mal interior aunque peor… para sacar estos demonios que traía dentro…sólo había que llorar y gritar tal y como él hacía, llorar y gritar llorar….
¡Y GRITAR!

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Jeje, no sé porque pero creo que fue una fuga O.o, ¿que opinan?